El amor todo lo perdona
un grito en la noche
una pelea que queda
tras el cerrar de una puerta.
El amor perdona ese olor a alcohol
que sin darse cuenta rompió la ilusión.
Una cachetada, un golpe en la espalda
un silencio y la copa al suelo.
Es que acaso el amor perdona
ese moretón en el brazo,
los lentes oscuros que llevas
ocultando tu mirada que tiembla.
El amor perdona ese miedo
que te invade día a día
que te quema por dentro
cuando te miras al espejo
¿El amor todo perdona?
Tete, 8 de octubre 2007