Te pensaba sin desearte,
y te encontré sin si quiera buscarte.
Sin llamarte llegaste,
Sin despedirte te marchaste.
Te imagine por miedo a tenerte,
y te anidaste en mi corazón, en mi ser y mi mente.
Mis ojos seguían tu cálida mirada,
Guardando silenciosamente aquel recuerdo en mi alma.
Pero nunca te tuve por temor a perderte,
y no mi di cuenta que te perdí por miedo a tenerte.
El tiempo me enseñó que no fue más que una ilusión,
Por creer en esto a lo que llaman amor.
Un escrito para nada autobiográfico, ni ahora, ni del pasado y espero que tampoco del futuro.
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